lunes, 2 de abril de 2012

6. EL AGUA


   Para escuchar

Experimentamos que conocer la vida del Señor nos ayuda a conocer la nuestra, pues muchas cosas se repiten. En nuestra vida –como en la del Señor– las cosas no ocurren por que sí. Si meditáramos los misterios del  Señor, encontraríamos luz para nuestra vida corriente. Nuestro paso por la tierra depende de la historia que hace siglos ocurrió en Palestina.

De repente
Un día, los  habitantes de Nazaret vieron como Jesús abandonó el pueblo, y se dirigía hacia Judea. Luego se supo que fue en busca de Juan el Bautista. Iba a empezar una nueva etapa en su vida.
También nos sucederá a nosotros que, después de largos años trabajando donde ya estábamos hechos a esa tarea, el Señor quiere que pasemos página. Lo anterior formó parte de nuestro pasado.

María recordaba a Juan
María recordaba que el primer viaje del Señor en esta tierra fue también en busca de Juan. En aquel entonces la Virgen, embarazada, llevaba a Jesús en su interior. Y el Bautista, que tampoco había nacido, saltó de gozo en el vientre de Isabel, su madre, al notar la presencia del Señor.
Pero había pasado el tiempo, y Juan ya era famoso. La gente se decía que por fin Dios había enviado un nuevo profeta.

FORO DE MEDITACIONES

Meditaciones predicables organizadas por varios criterios: tema, edad de los oyentes, calendario.... Muchas de ellas se pueden encontrar también resumidas en forma de homilía en el Foro de Homilías