«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda bendición espiritual en los cielos».
Así comienza la carta que San Pablo escribe a la iglesia de Éfeso (cfr. 1,3-14: Segunda lectura de la Misa).
Lo hace con una oración de alabanza a Dios por el plan que ha previsto para salvar a su Iglesia y a la humanidad.
El Señor, para facilitar que la gente se vaya al cielo, hace como un plan de carreteras para que se más fácil llegar.
Quiere que todos los hombres se salven y, como somos tantos, hay caminos muy diferentes.
Hoy se cumple un aniversario más de la erección del Opus Dei en Prelatura Personal. Aquel día fue como la inauguración de una autopista.
Lo que empezó siendo una carretera por donde iba poca gente, ha terminado siendo un vía muy transitada. El 28 de noviembre de 1982 se estrenaron las Prelatura personales.
Cuando se inaugura algo muchas veces es noticia, incluso sale en los medios de comunicación. También lo son los aniversarios importantes.
Este día para nosotros lo es. Por eso, es lógico que le demos gracias a Dios.
Queremos que nuestra acción de gracias permanezca día y noche junto a Ti, le decimos con palabras del libro de los Reyes (cfr. 1Re 8, 55-61).
Nos pasa como a le ocurrió a la Virgen cuando fue a ver a su prima Isabel.
Intercambiaron unas palabras, pocas, y, después, rompió a rezar dando gracias al Señor con aquel Proclama mi alma las grandezas del Señor, y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador (Lc 1, 39-55).
En el fondo la Virgen estaba dando las gracias porque Dios estrenaba un nuevo camino para llegar a los hombres. Parece como que no pudo contener su alegría.
Así nos va a ocurrir dentro de unos momentos. Nada más empezar la Misa diremos estas palabras:
Cantad y tocad con toda el alma para el Señor. Celebrad constantemente la Acción de gracias a Dios Padre por todos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo (Antífona de entrada).
Señor queremos darte las gracias de todo corazón (cfr. Oración de comunión).
Eso es lo que queremos. Y lo vamos a hacer de la mejor manera posible, con la acción de gracias por excelencia: con la Santa Misa.
Vamos a poner un especial empeño por vivirla bien, porque la Santa Misa es Eucaristía. Es el mejor camino para agradecerle las cosas a Dios. Hacerlo a través de los méritos de Jesús en la Cruz.
Señor Dios, (...) te rogamos aceptes este sacrificio en acción de gracias, (Oración de las Ofrendas) le diremos.
Las lecturas nos marcan la pauta de nuestra meditación. En la primera, Salomón alza los brazos en presencia del pueblo de Israel y le da gracias a Dios:
«Bendito sea Yahveh que ha dado reposo a su pueblo Israel, según todas sus promesas
También nosotros nos ponemos en pie, como Salomón, para darle gracias a Dios en voz alta, lo más alta que podamos.
Incluso podemos repetir sus mismas palabras: «Bendito sea (Dios) que ha dado reposo a su pueblo Israel, según todas sus promesas
Cuando se erigió el Opus Dei como Prelatura Personal, la oración que durante muchos años había sido de petición se convirtió en acción de gracias.
Siguiendo con el ejemplo de las autopistas, cuando una carretera comarcal se convierte en autopista, la gente está encantada. Sobre todo los que la usan.
A lo mejor no nos damos mucha cuenta de la importancia de esta fecha, de lo que ha supuesto. Quizá algunas no habíais nacido todavía.
Pero, solo pensar que nos hemos preparado durante todo un año de la mano de la Virgen, nos da idea de su importancia.
A veces las personas no saben qué hacer para agradecer las cosas a Dios. Cuando le aconsejas a alguien que agradezca al Señor algo y, luego, le preguntas ¿sabes cómo se hace eso? El 90% contesta con un no.
La mejor manera de agradecer el esfuerzo por abrir una nueva vía es usarla. Y cada vez que se utiliza se agradece más porque disfrutas de su buen trazado, de las indicaciones luminosas, de su comodidad, llegas antes a los sitios, etc.
Agradecer esta iniciativa de Dios siendo fiel. Encontrarle en el trabajo, haciendo deporte, estando con los amigos, rezando, etc.
Podemos repetir las palabras de la Escritura: Que (...) esté con nosotros como estuvo con nuestros padres, que no nos abandone ni nos rechace
Hacer lo mismo que hizo la Virgen. Se alegró con la noticia, pero después se quedó tres meses con Isabel, atendiéndola en las cosas de la casa.
Madre nuestra ayúdanos a terminar este año dedicado a ti haciendo lo mismo que tú, dando gracias cuidando lo ordinario.
Nuestra petición conversión acción Se inauguró una autovía, sin peaje.
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